Pecado Vs. Tentacion

1 – El Cambio Necesario

Se nos dice, sin ninguna ambigüedad, que "la paga del pecado es la muerte." (Romanos 6:23) Esto no se debe porque el Cristianismo sea una religión basada-en-obras, mas bien se debe a que si alguno está "en pecado", él o ella tiene un alma corrompida que conduce a aquellas acciones que nuestro Padre Celestial condena. Por lo tanto, aquellos que tratan de agradar a Dios o "crecer" en la fe, tratando de evitar o detener "x" o "y" acción o hábito... son como los podadores de las ramas de un seto, cuando lo que deberían realmente hacer es atacar la raiz - dirijiendose a la causa, el hombre interior, y no los efectos. (Efesios 3:16)

La conversión para el verdadero Cristianismo, independientemente de cuanto tiempo se haya sido religioso o cuantas iglesias se haya visitado, no resulta de un cambio en las acciones. El cambio necesario, para pasar de pecador a santo, para pasar de la muerte a la vida, es un cambio del ser interior: el corazón, el alma y la mente. Después de efectuarse este cambio, las acciones siguen de forma natural, (Lucas 6:45) de modo que el único esfuerzo de la voluntad consiste en aceptar la sanación de Dios, y Su obra a través del ser humano. Es en el creyente lleno del Espíritu, y no en alguien que simplemente esta "intentando" ser un buen cristiano, en quien "Dios hace el querer como el hacer de Su buena voluntad."(Fil 2:13)Él no sólo provee las acciones sino también el deseo y la motivacion para llevarlas a cabo. Entonces, la pregunta debe preguntarse,"¿Qué le queda al cristiano por hacer en realidad?" Lo maravilloso es lo siguiente: Si el Padre suministra tanto la voluntad como las obras a través de nuestra aceptación de su Hijo, todo lo que nos queda por hacer es acordar con Su voluntad, (Amos 3:3) y entrar en un estado de reposo espiritual. (Mateo 11:28, Hebreos 4:9-11)

Ese versiculo es muy poderoso, pues no se limita simplemente a decir que Dios hara cosas a través nuestro. Dice que Dios hace el querer como el hacer de Su buena voluntad atravez nuestro. Él no sólo provee las acciones sino también el deseo y la motivacion para llevarlas a cabo. Entonces, la pregunta debe preguntarse,"¿Qué le queda al cristiano por hacer en realidad?" Lo maravilloso es lo siguiente: Si el Padre suministra tanto la voluntad como las obras a través de nuestra aceptación de su Hijo, todo lo que nos queda por hacer es acordar con Su voluntad, (Amos 3:3) y entrar en un estado de reposo espiritual. (Mateo 11:28, Hebreos 4:9-11)

2 – Una Diferencia Clave

Ahora bien, Satanás es un agente de pecado y de caos, en contraste directo con el Padre y el Hijo, que defienden la santidad y el orden. Él no esta contento con que el Cristiano entre en el reposo de Dios, siendo transformado por la renovación de su mente, (Romanos 12:2) y dejando de participar en comportamientos autodestructivos que arruinaria tanto esta vida como la esperanza de la vida venidera.

Él sabe que si el verdadero creyente en realidad permanece en Cristo, y le permite a Cristo morar en su corazón, el poder del enemigo sera totalmente quebrantado. Él sabe que una vez que el Cristiano se haya convertido, y ha entrado en el reposo de Dios, es una imposibilidad práctica llevar de nuevo a esa persona al pecado. Este es el verdadero poder del Evangelio, no sólo somos perdonados por el sacrificio del Salvador sino que somos cambiados para siempre, debido a que hemos aceptamos ese perdón. Entramos en un estado mental (una mentalidad) que está en armonía con la Ley de Dios, y entonces se vuelve verdad de nosotros que, "Todo aquel que es nacido de Dios, no comete pecado, porque Su simiente está en él, y no puede pecar, porque ha nacido de Dios. " (1 Juan 3:9)

Este es un versículo extremadamente poderoso, y es elegante en su simplicidad. El Cristiano no comete (es decir,, deliberadamente participa en) pecado, pero no porque "trate y trate" de evitar el pecado hasta que lo consiga. Es mucho más maravilloso que eso. El Cristiano "no comete pecado" porque Cristo, la vida perfecta, está en él. Y no sólamente le visita el Salvador de vez en cuando sino que "permanece" en él. Él se queda allí, mora allí, pues se convierte en un aspecto permanente del carácter del creyente beleiver, y por lo tanto "no puede pecar, porque es nacido de Dios".

La respuesta obvia de Satanás es impedir la creencia en el significado de esta verdad. Él le dice a las mentes de la gente: "Eso no es verdad", o "Es sólo un ideal, no una realidad", o "Si bien fuese cierto, nadie puede hacer eso." Note y observe que el elemento común de todas estas declaraciones es una torsión de lo que es "real". Satanás desea y anhela que el creyente acepte su versión de lo que es real, y no la de Dios. Y esto cambiara la percepción del cristiano en su totalidad, porque es sólo cuando creemos que podemos ver los milagros que nuestro Padre nos ha prometido que los milagros ocurren. (Mateo 21:21, Mateo 13:58)

Sin embargo, la menos obvia (pero igualmente efectiva) táctica de Satanás es permitir que los cristianos crean el versiculo, pero lleguen a "desalentarse" tanto como para no reclamar esa promesa y no recibir sanacion. Una de las formas en que hace esto es confundir a los creyente aspirantes en cuanto a la diferencia que existe entre el "pecado" y "la tentación". Algunos, que se animan a creer y desean genuinamente dejar de pecar, en realidad encuentran alivio cuando descubren la verdad: que hay una diferencia significativa entre los dos.

Leemos: "Pero cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído, y seducido. Entonces la concupiscencia, que ha concebido, da a luz el pecado;. Y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte "(Santiago 1:14, 15)

Tenga en cuenta que la tentación es el resultado de la concupiscencia (Bíblicamente, este es un término general que simplemente significa "deseo"). Satanas, al conocer lo que deseamos, trata de alejarnos de Dios al ofrecernos estas cosas a cambio de apartarnos del camino de la santidad. Pero en ese momento, no hay ningún "pecado." El deseo debe "concebir", un término que es traducido del griego syllambano, y a pesar de que en inglés y en español se usa este termino para referirse a procreacion de niños, este término no tiene nada que ver con ese proceso tan bendecido. Syllambano significa "apoderarse, tomar como prisionero, superar o conquistar de manera hostil."

It is only when the desire has take us “prisoner,” and overcome our sound judgment, it is only then – and not a moment before – that sin is brought forth. What does this mean? It means that even the righteous, the born-again, will be subjected to “evil thoughts.” But if those wicked thoughts, those desires for unlawful things, are rejected through the power of the Savior, the sin is not brought forth! Es sólo cuando el deseo nos ha tomado "prisioneros" y supera nuestro sano juicio, es sólo entonces - y no un minuto antes - cuando el pecado es dado a luz. ¿Qué quiere decir esto? Esto significa que incluso los justos, los nacidos de nuevo, estaran sometidos a "malos pensamientos". Pero si esos malos pensamientos, esos deseos de cosas incorrectas, son rechazados por el poder del Salvador, el pecado no es dado a luz!

Algunos que oyen o leen, "todo aquel que ha nacido de Dios no comete pecado", preguntan: "¿Nunca has tenido un mal pensamiento? ¿Nunca has querido X o Y cosa, a pesar de que es contrario a la voluntad de Dios?" El cristiano puede contestar honestamente y con plena integridad: "Sí, por supuesto - pero en fe reprendo la tentación, y no acaricio ni acepto las ideas o pensamientos que he tenido."

Existe una gran libertad cuando se comprende esta verdad. Por supuesto, somos responsables por nuestros pensamientos pero no por prevenirlos...mas bien por "someterlos", para "llevar cautivo todo pensamiento (o idea) a la obediencia de Cristo." (2 Corintios 10:5) Es decir, puede que no seamos capaces de controlar que tipo de pensamientos deban entrar o no a nuestras mentes, pero tenemos la opción de someterlos en cautiverio, en lugar de NOSOTROS ser llevados por ello al cautiverio, y por lo tanto al pecado.

Pero, algunos se preguntarán: "¿No dijo Cristo, cuando le hablaba a Sus seguidores, que cualquiera que mirara a una mujer para codiciarla, ya habia cometido adulterio en su corazón"?(Mateo 5:28)

De hecho lo hizo; pero Cristo no dijo que "cualquiera que mirara a una mujer con deseo ya habia cometido adulterio en su corazón." Él dijo que alguien que mirara a una mujer "para codiciarla (para si)" es igualmente culpable. El deseo es algo natural - es necesario para la reproducción humana, después de todo -pero el mirar a una mujer (y en este contexto se refiere a una mujer con la cual el "adulterio" sería un hecho)con el propósito deliberado "de codiciarla", se refiere a un deseo acariciado, a un motivo; nuevamente, este pasaje esta hablando del estado del "hombre interior," mas bien que de una reaccion biologica y emocional.

En última instancia, las tentaciones nos sobrevienen a todos nosotros, pero el pecado es y siempre sera el resultado de una elección. Esta es una diferenciacion muy importante.

3 – Sumario

El Cristiano, a pesar de las sugerencias de Satanás, nunca necesita "temer" a caer accidentalmente en el pecado. De hecho, el Cristiano no necesita temer en absoluto a caer en pecado. Seremos tentados, severamente, pero esta es una señal de nuestra fe, no de nuestra injusticia. Cuanto más sensibles y discernidores seamos de los deseos que tratan de alejarnos del camino, más dara esto evidencia de nuestra "vista" espiritual, y de nuestro deseo por mantener la victoria sobre el pecado.

Se nos dice: "Mas fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis soportar; sino que con la tentación dará también la salida, para que podáis resistir." (1Cor 10:13 ) Dios no abandona a los tentados. Él no los reprende ni los escarmienta - como haría con aquellos que permanecen a conciencia en el pecado. Más bien, Él les ayuda, les da una vía de escape, y limita las pruebas que soportamos al nivel que El sabe que podemos manejar con Su gracia. ¿Cómo, puede entonces, alguien decir que la victoria es imposible, cuando tenemos tan poderoso y capaz Ayudador, que previene nuestras tentaciones de llevarnos a la cautividad y al pecado?

Mediante la fe y el Nuevo Nacimiento, somos como nuestro Salvador en cuanto al pecado y la tentación, de quien está escrito: "[El] fue tentado en todo punto" como nosotros lo somos" pero sin pecado. "(Hebreos 4:15)

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